jueves, 9 de junio de 2011

abismos


Confrontado, hoy,
a la paradoja
esencial de tu decir,
percibo, no sin vértigo,
los abismos que confluyen
ya no tanto a las afueras
de mi cuerpo,
sino en lo profundo
e ignoto de mi ser.

Así, pues,
callados
-en ese silencio que más que
serenar me enerva-,
tales abismos
me subyugan
al punto de ansiar el abandono,
no tanto -insisto-
de mi castigado cuerpo
como de mi espiritual esencia.

Y esa tentación al
abandono
no es otra cosa
-y tú lo sabes-
que el eterno anhelo
no de fuga,
sino de absoluta integración
con todo y nada;
tentación cual
sed eterna,
nunca del todo satisfecha,
que justifica hacernos eco
del poeta
cuando pronuncia
la esencial y
suprema paradoja,
que es la de
"morir de sed junto a la fuente"

(Vayan estas sinceras y sencillas reflexiones para ti, Morfina, en reciprocidad a tu visita y vínculo con De Momentos y Palabras)

FLORESNIÑO

lunes, 6 de junio de 2011

Barroco fractal...


Barroco fracturado y multiforme...
Tan ajeno, sí,
a las peripecias cotidianas
de aquellos que habiéndote forjado
con visiones no asimétricas,
buscaron trascender
ya no digamos intuiciones visionarias,
sino simple y llanamente el alma en prenda...

Barroco espiritual de luz y sombras,
que habiendo sido callada labor
del tiempo humano,
persistes simétrico y sereno;
anclado a la intemporal paciencia
del quien te creó soñando vida eterna,
quizá sin mayor retribución terrena
que la esperanza que conforta
a quienes hermanan vida y sacrificio
cual antesala necesaria
ante el anhelo de lo eterno cual promesa...

Equilibrio capturado
aquí y ahora,
no tanto por sofisticados
aparatos y artilugios,
como por el ojo
que adivina lo intangible,
y sereno se integra
a lo infinito...

-o-

Vayan para ti, “Omeyolteotl”, estas breves reflexiones, en reciprocidad al delicado detalle de hacerme saber personalmente de tu obra fotográfica.

sábado, 5 de febrero de 2011

...un Prometeo sereno...


A espaldas de mi plexo solar,
sin siquiera un aviso, una advertencia,
o, incluso, una explícita condena,
ahí fui tocado por el dedo de Dios...

Sin violencia y sin sangre;
sin dolor ni pena manifiestos,
mi cuerpo respondió
al contacto del Divino...

Mis piernas,
antes columnas fuertes, ágiles
y asimiladas a la técnica,
se negaron a seguir
el juego
y los deseos
que la música y la vida
me inspiraban...

Mi brazos y mis manos,
antes indiscretos
émulos de lo que
mis palabras expresaban,
y siempre dispuestos a tañer
con sutiles aires
un juego de cuerdas musicales,
ahora reniegan
de la más elemental
pericia en movimiento...

Todo fue de súbito y,
hasta la fecha, ‘los que saben’
no aciertan a explicarlo;
de ahí que mi cuerpo se haya
trasladado
al terreno de las dudas
y las una y mil teorías...

Aún así,
no puedo quejarme:
mi conciencia, mi voz
y mis palabras
están intactas,
aunque,
¡triste paradoja!
sea este, mi castigado cuerpo,
su refugio
y su campo de batalla...

Ahora sí,
de manera orgánica,
puedo afirmar de cierto que
la vida es un eterno claroscuro...
Y que este
lado obscuro de la luna
es terrible,
en verdad terrible...

-diciembre del 2009-

(Escrito a raíz de haber comenzado a perder el control de mi cuerpo -hasta el presente sin ninguna explicación- a principios del 2009. Ahora, casi dos años después, he comenzado a dar muestras de recuperación, y no sé hasta dónde llegaré...) ¡Serenidad!

sábado, 15 de enero de 2011

Danza


La música fluye:
provoca la danza...

Mas no la música que
desde fuera llega a los oídos;
sino aquella que libre y polirrítmica
transita por las venas...

No la danza
que lo académico sugiere;
sino aquella
que lo humano regenera...

Y, como signo sensible
de esa danza-música,
ese control orgánico
que lo mismo justifica
el quiebre más sutil,
que el más dionisiaco
movimiento...

Sí,
la danza es manantial,
razón y sueño...

¡Ah, si todos danzáramos!

-11 de octubre del 2005-